viernes, 28 de septiembre de 2012

El plan (Sherlock, Capítulo 4)

John miró con mirada expectante a Sherlock, esperando que siguiera hablando, que le dijera su plan, que le dijera lo que tenía que hacer.
Pero Sherlock se tomo su tiempo, estaba disfrutando del momento de ver como los ojos de John, de su querido John, no le quitaban la vista de encima. Muchas veces le había mirado como en aquel momento, pero solo ahora le gustaba que le prestase tanta atención solo a él. No sabía el porqué, pero aquello le hacía feliz. Decidió no demorarse más y siguió hablando:
-John, el plan es fácil y sencillo lo único que debes hacer es confiar ciegamente en mi y no hacer preguntas. Primero nos centraremos en recuperar mi honor, para que pueda volver a las calles, bien. Desde hoy leerás todos los días los periódicos la parte de sucesos y llamarás a Lestrade diariamente al principio con la excusa de querer hablar con alguien y más tarde para saber que casos se trae entre manos, es muy importante que no sospeche nada. Me informarás diariamente sobre lo que vas viendo si ves algún caso que sea especialmente complicado y difícil me avisarás, y con mi ayuda lo resolverás ¿Lo has entendido?
John asintió lentamente con la cabeza mientras le seguía mirando. Decidió preguntar algo:
-Pero Sherlock, si acabas resolviendo el caso ¿Cómo no volveran a sospechar los demás que no lo programaste tú?
-Fácil, tú te encargarás de que piensen lo contrario.
-No entiendo Sherlock...¿Pero como voy a hacer yo eso?
-Como ya te he dicho John, confía ciegamente en mi y no hagas preguntas.
John se quedo sin habla, tenía razón no debía hacer preguntas pero ansiaba comprender lo que Sherlock se traía entre manos. ¿Por que era siempre tan misterioso? No lo entendía, tal vez le gustará aquello, tal vez le gustaba crear dudas a la gente para acabar resolviendolas él. Lo único que sabía, era que para resolver las suyas, tendría que esperar. Cuando se disponía a realizar otra pregunta. Sherlock se anticipó.
-John, las órdenes de lo que debes hacer en cada momento te llegarán a través de mi red de vagabundos, no sabrás cuando ni dónde recibirás la información asi que no te asustes cuando está llegue a ti-John se fijo de nuevo en las manos de Irene y Sherlock, ahora entrelazadas ¿Qué significaba eso? ¿Estaban juntos? y si lo estaban ¿cómo se lo tomaría él? Quería tomarselo bien, pero en su interor sentía una honda tristeza y tenía el estómago revuelto. ¿Era eso celos? No, no podía serlo, es decir, él no era gay ¿no? es lo que siempre estaba cansado de repetir. Que Sherlock y él no eran pareja, que el no era gay, pero ahora una duda le rondaba la cabeza y no sabía como acallarla. Decidió volver a mirar a los ojos de Sherlock, ya que este seguía hablando-Lo demás es muy sencillo, respecto a Moriarty solo hay una forma de acabar con él. La clave para devolverle su identidad de criminal y recuperar mi honor, está en tres simples letras. Tres simples letras que cualquier otra persona las pasaría por alto, pero yo no soy cualquier otras persona ¿recuerdas John? Yo soy Sherlock Holmes y no puedo dejarle acabar conmigo tan fácilmente. La clave, está en: I O U
John le miró sin comprender, ¿I O U? ¿Qué era I O U? se lo había oído murmurar en el laboratorio horas antes de haber creído perderle para siempre, de su caída, aún le daba escalofríos pensar en ella; pero jamás había pensado que significara nada. Decidió pregunta.
-¿I O U? ¿A que te ref....-pero Sherlock le corto.
-Creo que eso era el inicio de otra de tus preguntas John, y he dicho que no me hagas preguntas. Con el tiempo, sabrás todo lo que quieras saber, incluso más. Solo debes confiar en mi. ¿De acuerdo John?
-De acuerdo Sherlock, confió en ti.