viernes, 4 de enero de 2013

El caso (Sherlock capítulo 5)

Pasaron 4 larga semanas hasta que John volvió a ver a Sherlock. Durante ese tiempo hizo lo que le mandó. Visitar rutinariamente a Lestrade para saber lo que la policía se traía entre manos, al principio, el inspector no confíaba en él. Era normal después de todo lo que había pasado.  Aún así. Lestrade se alegró de volver a verle, Estaba preocupado, como la señora Hudson y Molly. Sabían que John tenía fuertes lazos con Sherlock. Y que al morir este, John se había aislado completamente. Se sentía solo, y deprimido. Por lo que verle durante muchos días seguidos suponía un buen cambio, que se había recuperado. Y para Lestrade eso era una alegría. Lo que este no sabía es que John no se había recuperado, se había dado cuenta gracias a la alusión de Sherlock de la muerte. Que nunca le abandonaría o que por lo menos, quedaba mucho tiempo para eso.
Después de 2 semanas, Lestrade le empezó a contar más sobre lo que pasaba en la policiía, los casos que llevaban y las soluciones de estos. Todos los días iba a visitar a John un vagabundo de Sherlock, y todos los días, John les decía que caso había surgido. Fue la rutina de esas 4 semanas, a Sherlock no le interesaba ninguno de los casos que John le exponía. Necesitaba algo importante, algo complicado, algo que solo él pudiera descifrar. Y ese caso llegó la mañana de un frío  lluvioso día de invierno. Faltaba poco para Navidad, se podía oler en el ambiente. La nieve recién caida, los abetos cortados que adornarían alguna pequeña casa londinense y el inconfundible olor de los bastoncillos de caramelo que serían devorados por algún niño. Pero todo eso no importaba, necesitaban un caso. Y John fue como todas las mañanas a hablar con Lestrade este parecía agitado y nervioso, no tenía su café entre las manos como habitualmente. Pasaba algo y John lo sabía, aún así; no dijo nada. El inspector ya esperaba su visita, y le saludó como ya hacía un tiempo lo hacía:
-¡John amigo! Sabía que hoy tambien vendrías-le estrechó la mano.
-Necesitaba venir, nunca viene mal estar con los amigos.
-Oh John los amigos...me alegró tanto oirte decir eso. Verás John, y es que desde lo de Sherlock, creo que nadie de los que le conocíamos hemos vuelto a ser los mismos y menos tú. Yo no me creo lo de que Sherlock fuera una mentira..pero y si de verdad lo era. Lo lógico sería que al no cometer él los crímenes que tanto me habían costado resolver yo podría resolver todos ¿no? Pues bueno, durante los anteriores 8 meses así ha sido. Pero hoy nos han hablado de un nuevo caso, y llámame loco, pero es del estilo a los que Moriarty hacía. Sé que es un locura porque Moriarty está muerto. pero es tan parecido John...no sé que pensar. Es como si Moriarty hubiera vuelto a la vida o alguien, le estuviera imitando. Te cuento esto a ti porque no he sido capaz de decírselo ni a Anderson ni a Donovan. Me tacharían de loco. Pero tú conocías a Sherlock mejor que nadie, mejor que incluso su propio hermano. John, ayudarme con este caso, te lo suplico. No te pediría ayuda si no fuera estrictamente necesario pero créeme que esto lo es. ¿Qué piensas tú John?
Pero John ya no escuchaba, había dejado de hacerlo desde que él había dicho que era como si Moriarty hubiera sobrevivido. Y es que parecía imposible, es más era imposible. Pero su mente le decía lo contrario ¿Si Sherlock había sobrevivido porque no él? Se había pegado un tiro en la sien, eso lo hacía muy poco probable. Pero Sherlock, a su vez, se había tirado por una azotea ¿no era tan improbable que él sobreviviera como que lo hiciera Moriarty? Y él lo había conseguido. Miles de teorías se entrecruzaban en su cabeza ¿era eso posible? ¿era posible que hubiera sobrevivido? Tenía que decírselo a Sherlock, si había una posibilidad de que Moriarty estuviera vivo él debía ser el primero en saberlo. Pero antes, tenía que saber de que se trataba el caso.
-Si Greg, te ayudaré. Pero para ayudarte necesito que me des detalles del caso. Todo los detalles posibles.
-Por supuesto John, tendrás todos los detalles.
Durante la siguiente media hora, John estuvo escuchando atentamente y sin interrumpir solo para aclarar algún detalle que él consideraba importante. Y como si de Sherlock se tratara después de escuchar todo lo que Lestrade le había contado estuvo 10 minutos en silencio, pensando en el caso, sacando ideas en claro. Era realmente interesante. Después de que le hubiera quedado todo claro y hubiera cogido las ideas más importantes se despidió rápidamente del inspector con la excusa de tener que estudiar el caso cuando en realidad iba a contárselo a Sherlock. Se puso su cardigan y salió corriendo hacía la casa de Irene, tapándose con un periódico la cabeza, resguardándose de la lluvia. Cuando llego llamó una sola vez, decidido, un golpe seco pero no demasiado fuerte. Lo suficiente para que lo oyeran pero no tanto como para hacerse daño. Esta vez fue Sherlock el que le abrió la puerta, John pasó rápido adentro. No tenía tiempo para formalidades, lo que tenía que contar era demasiado importante. Parecía que Irene no estaba.
Sherlock al darse cuenta de lo mojado que estaba le ofreció un chocolate caliente y una manta. Vió la inquietud de John en sus ojos, y supo que si le había ido a buscar explicitamente a su casa es porque algo importante traía entre manos. No le hizo perder más el tiempo y una vez sentados los dos en el sofá, uno enfrente del otro se esperó a que John le dijera el porqué de su inesperada visita. Este no tardo en hacerlo.
-Sherlock te preguntarás porque he venido hoy a verte, cuando todos los días puedo comunicarles a tus vagabundos lo que va pasando y ellos te lo dicen luego a ti. Pero esto no puede hacerse esperar, tenía que contártelo yo. Es demasiado importante, y es que hoy cuando fui a ve a Lestrade me contó los detalles de un caso de lo más interesante. Y después de oírlo creo Sherlock que estoy asustado. Y esque, Sherlock, creo que Moriarty también está vivo.
John miró a Sherlock, este se había quedado blanco, más de lo que lo solía estar habitualmente. Solo la idea de pensar que después de todo Moriarty estuviera vivo...le asustaba. Y le asustaba aún más que supiera que Sherlock también lo estaba, al pensar en esto no pudo evitar que una lágrima brotara de su ojo. Sherlock, la vió. Y aunque no solía inmiscuirse en esta clase de sentimientos, decidió que esta vez si debía hacerlo. Se sentó junto a John, y con su dedo, delicadamente le limpió la lágrima. John sorprendido, levantó timidamente su mirada hasta cruzarse con la de Sherlock.
-¿Por qué lloras John?- preguntó Sherlock.
John volvió a bajar la mirada mientras contestaba
-Lloro por la idea de perderte Sherlock. Por la idea de que Moriarty sepa que estas vivo y vuelva a por ti. Por la idea de volver a estar solo, por pensar que volveré a estar sin ti...
Sherlock, emocionado colocó su mano en la barbilla de John, y tiernamente le elevó la cabeza para que le mirara a los ojos. Vió que estaban llorosos y con sufrimiento, que tenían miedo. Miedo de perderle, de no volver a encontrarse. De separarse. No le gustaba verle asi, significaba tanto para él... sin darse cuenta, cada vez estaba más cerca de sus labios. Una extraña fuerza le impulsaba a hacerlo, ¿Qué era aquello? No podía resistirse, no quería resistirse. Decidió dejarse llevar y le besó. Fue un beso timido, corto. Pero que a su vez expresaba tantas cosas...con ese beso John se sintió seguro. Sintió que Sherlock estaba con él pasara lo que pasara. Y Sherlock se dió cuenta que John era más que su amigo. Los dos sentían que si estaban juntos no les pasaría nada.
Sherlock separó sus labios de los de John le volvió a mirar a los ojos, ahora había una pequeña luz de felicidad en ellos. Felicidad y esperanza.
-John, cuando volví te dije que no me volvería a ir. Que estaría siempre a tu lado. Y así será. Afrontaremos este caso juntos, como en los viejos tiempos y lo solucionaremos sin sufrir ninguno de los dos daño alguno. Hazme caso, todo saldrá bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario